PUNTOS TURÍSTICOS MÁS QUE BELLEZA NATURAL, SALVADOR OSTENTA HISTORIA, CULTURA Y ARTE

La notable fusión religiosa de Bahía, la de Salvador ciertamente alcanza su máxima potencia al contemplar otros elementos de la cultura como el arte, la danza, la creencia, las costumbres y el lenguaje. Estos le confieren a Salvador una atmósfera única que atrae brasileños y extranjeros, en todas las épocas del año.
 

No es necesario mucho esfuerzo para depararse con manifestaciones artísticas o elementos arquitectónicos que revelan el encuentro del pasado con el presente y que componen el recetario turístico de Salvador.
 

Teniendo en cuenta la ubicación del Terminal Marítimo, se ve a pocos pasos de la Avenida de Francia la característica topográfica que marcó la fundación de la ciudad: la división entre la Ciudad Alta y la Baja. En realidad, es fácil mapearla de esta manera para conocer algunos de los principales atractivos incrustados en cada esquina en el entorno del Terminal.

 
Antes hay que saber que es en la parte Alta que queda el famoso Pelourinho, barrio histórico y declarado patrimonio por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad. Es entre sus calles y callejones que es posible observar el rico conjunto arquitectónico de la expresión del barroco colonial en Salvador. En la parte Baja se ubican íconos de la ciudad como el Mercado Modelo y el Fuerte São Marcelo. El punto de integración entre las partes Alta y Baja es también una tarjeta postal de Salvador – el Elevador Lacerda.
 

Para tener una idea del acervo sincrético que Salvador les reserva, vea las informaciones sobre los principales puntos turísticos ubicados en el entorno del Terminal, citados con base en el website de las Secretarías de Turismo Municipal y Estadual.

 
 

Forte São Marcelo

El Fuerte de San Marcelo es una construcción imponente en forma de corona, que domina la Bahía de Todos los Santos, formando una isla circular. Datado del siglo XVII, y al principio denominado Fuerte de Nossa Senhora do Pópulo, se levanta frente al Puerto de Salvador, dentro del rompeolas, construido sobre piedras que afloraban en la marea baja. Durante parte de su historia, fue transformado en prisión, confinando allí a muchos hombres ilustres de Bahía, como Cipriano Barata. El Fuerte desempeñó un papel importante en las luchas que hubo en la Bahía de Todos los Santos, a ejemplo de revuelta La Sabinada. Sirvió, durante algún tiempo, como depósito de pólvora y de prisión de estudiantes perturbadores o indisciplinados.

 

Mercado Modelo

La construcción de 1861, ubicada en la Plaza Cairu, presenta una rotonda al fondo, donde atracaban los navíos para descargar mercancías en la Aduana, ocupación del edificio en la época. El mercado pasó a funcionar en el edificio en 1971 y, 13 años después, se incendió y fue reformado. Hoy, tiene 259 puestos de venta con lo que hay de mejor en términos de artesanías del noreste (batas, manteles de encaje, hamacas, y los amuletos balangandãs y patuás), dos restaurantes, además de bares que sirven bebidas típicas y entremeses. La rotonda, a su vez, pasó a funcionar como escenario de ruedas de capoeira y presentaciones de cantantes e improvisadores.

 

Igreja Nossa Senhora da Conceição da Praia

La Iglesia Basílica de Nossa Senhora da Conceição da Praia, una de las parroquias más antiguas de Salvador, fue prefabricada en Portugal utilizando esteatitas que fueron numeradas para facilitar su posterior montaje. La edificación implantada al pie de la montaña que une la ciudad Alta a la Baja se caracteriza por la arquitectura en estilo barroco que se complementa con la monumentalidad de su fachada en estilo neoclásico. Ubicada en la Calle Conceição da Praia, en el barrio del Comercio, la Iglesia se impone también por el tamaño de la construcción, en sus casi 67 mil m3.

 

Elevador Lacerda

Las cuatro cabinas del mayor ascensor público del mundo interconectan los 72 metros de la plaza Tomé de Souza, en la Ciudad Alta, a la plaza Cairu, en la Ciudad Baja. El ascenso y descenso lleva 28 mil pasajeros diariamente y dura 30 segundos. Inaugurado en 1873, fue planificado y construido por el comerciante Antonio Francisco de Lacerda.

 

Plaza Tomé de Sousa

Es la plaza de acceso al Pelourinho por el Elevador Lacerda. En esta plaza están concentrados algunos monumentos de la administración pública, tales como la Cámara de Concejales de Salvador, el Palacio Tomé de Sousa (actual sede de la Alcaldía Municipal) y el Palacio Río Branco (antigua sede del Gobierno de Bahía).

 

Palacio de Río Branco

Originalmente construido en barro y arcilla, sirvió de residencia, en 1549, del gobernador general de Brasil, Tomé de Sousa, y como centro de administración del Reino de Portugal. En aquel tiempo llamada Casa del Gobierno, también comenzó a trabajar como un cuartel y como prisión y estuvo involucrado en los motines populares. Fue sede de la República de Bahía de 1937; acogió figuras ilustres portuguesas; sirvió de residencia temporal de Don Pedro II; sufrió incendios y bombardeos, como el de 1912, tras lo cual se hizo necesaria su reconstrucción. Reinaugurado en 1919 – cuando ganó el nombre de Palacio Río Branco – permaneció como centro de decisiones del Estado hasta 1979. Durante los cuatro años siguientes, el edificio abrigó la administración de la Alcaldía Municipal de Salvador y posteriormente la sede del órgano estatal de turismo. En 1983, el palacio estaba totalmente degradado en función de la falta de mantenimiento y, al año siguiente, se decide hacer una restauración completa del edificio. Hoy, alberga la Fundación Pedro Calmón y el Memorial de los Gobernadores. En este último lugar, los visitantes pueden conocer personajes que construyeron la historia republicana y visitar el salón de espejos, cuyo acceso es a través de una escalera de hierro y cristal procedente de Francia. Asimismo podrán ver, en la sala que evoca Pompeya, un Mural de las Bacantes, el cual estuvo durante mucho tiempo escondido bajo repinturas.

 

Terreiro de Jesús

Oficialmente llamado de Praça 15 de Novembro, es una plaza de gran importancia histórico-cultural para la ciudad, y está ubicada en el Centro Histórico. Abriga la Catedral Basílica de Salvador, la Iglesia de la Tercera de Santo Domingo y la Iglesia de San Pedro de los Clérigos, exponentes del arte colonial brasileño, además del Colegio de los Jesuitas, donde se instaló la primera facultad de medicina de Brasil.

 

Iglesia y Convento de San Francisco

Ubicada frente al Largo do Cruzeiro, en el Pelourinho, esta monumental iglesia es conocida popularmente como la “iglesia de oro”, por tener cerca de media tonelada de la preciosidad en su interior. Todas las superficies internas – paredes, columnas, techo, capillas – están revestidas de intrincados tallados dorado con florones, cenefas, arcos e innumerables figuras de ángeles y pájaros.

La decoración del templo es un ejemplo del barroco de la primera mitad del siglo XVIII, y encanta por realizar el ideal de la iglesia dorada que surgió en Lisboa y Goa a finales del siglo XVII.

El convento, aún en uso, con decenas de celdas, fue construido en torno a un claustro cuadrado. Tiene un sótano y dos pavimentos sobre el nivel de la calle. El nivel superior tiene un pasadizo abierto en forma de galería con viga aparente y cubierto por tejas y los niveles inferiores son abovedados y arcados. El modelo se inspira en los claustros portugueses del siglo XVI. Su decoración muestra ricos paneles de azulejos, parte de ellos creada por Bartolomé de Jesús a mediados del siglo XVIII, y que muestran escenas e inscripciones moralistas diversas, retiradas del libro Teatro Moral de la Vida Humana y de toda la Filosofía de los Antiguos y Modernos, ilustrado con estampas de Otto van Veen, que fue maestro de Peter Rubens.

 

Para informaciones acerca de los valores y horarios de visita consulte un Puesto de Información Turística en Salvador, o visite las páginas de turismo:
http://www.bahia.com.br/

http://salvadordestination.com.br/

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